Ante todo hay que tener en cuenta que, por su propia idiosincrasia (es un scooter, megascooter pero scooter al fin...), no se le puede ni debe exigir una estabilidad como si se tratara de una moto R.
Pero, hecha esta salvedad, entre las cosas buenas que puedo destacar, figuran un consumo muy contenido (ver historial del consumo), una frenada realmente buena (más de uno debería aplicarse...) aunque en mi caso hubiera preferido el sistema convencional (soy un bicho raro), una capacidad del cofre que es la envidia de los moteros,... Es una moto muy cómoda tanto para conductor como pasajero, permitiendo medias realmente aceptables en carretera abierta sin provocar ningún cansancio.
Como puntos negativos que a mí no me gustan puedo destacar una cierta ligereza en la rueda delantera, quizá debido al reparto de pesos. También es muy sensible al viento lateral y las manos quedan bastante desprotegidas. La rejilla existente bajo el parabrisas no sirve absolutamente para nada (a lo mejor a 160 km/h sí..., ya se sabe: marketing). También he apreciado algún ruido extraño (como un silbido) cuando con el motor caliente se para en un semáforo, por ejemplo. Otro ruido bastante molesto lo hace el embrague al arrancar, aunque me aseguran en el concesionario que no es importante.
Por último os aconsejo encarecidamente el cambio de la bombilla de fábrica por una de las "azules" de gas neón. La diferencia es notoria y no es necesario pasar una nueva Inspección Técnica.